Neumonía vs. Insuficiencia Cardíaca
Con los primeros fríos, la tos, la fiebre o la sensación de ahogo suelen confundirse con un
catarro estacional. Sin embargo, esos mismos síntomas pueden ocultar cuadros que requieren
atención inmediata y tratamientos muy distintos. La neumonía es una infección pulmonar que
inflama los alvéolos y dificulta el paso de oxígeno a la sangre. La insuficiencia cardíaca, en
cambio, se produce cuando el corazón no bombea con la fuerza necesaria, provocando
acumulación de líquido en los pulmones y los tejidos.
¿En qué centrarse para diferenciar cada situación? La neumonía suele presentarse con fiebre
alta, escalofríos y tos productiva con flema amarillenta o verdosa. En la insuficiencia cardíaca
predominan la falta de aire al mínimo esfuerzo o al acostarse, la hinchazón de tobillos y un
aumento rápido de peso por retención de líquidos. Cualquier dolor u opresión en el pecho, tos
con sangre o sensación de desmayo exige una consulta urgente.
Por eso, se recomienda realizar un chequeo cardíaco de rutina al menos una vez por año
(control de presión arterial, electrocardiograma, perfil lipídico y, según indicación médica,
ecocardiograma) para detectar a tiempo posibles complicaciones y proteger el corazón.
El diagnóstico preciso combina examen clínico, radiografía de tórax y estudios como
ecocardiograma u oximetría. Un tratamiento temprano con antibióticos puede frenar
complicaciones de la neumonía, mientras que la insuficiencia cardíaca requiere fármacos
específicos para disminuir la sobrecarga de líquido en la función de bomba cardiaca.
Fuentes y asesoramiento médico:
Este artículo ha sido elaborado con la supervisión y aval del Director Médico de Emerger, Dr.
Alberto Davidovich, y está alineado con las recomendaciones de las autoridades de salud
nacionales e internacionales.