La automedicación implica el consumo de cualquier tipo de medicamento sin importar su origen.

La automedicación es parte del cuidado qué realizan los seres humanos históricamente desde el inicio del uso de medicamentos a través del preparado de hierbas medicinales terapéuticas a fin de curar ciertas afecciones y aliviar síntomas desde antaño. Actualmente la automedicación se ha convertido en un problema para el sistema de salud mundial y para quienes cuidamos de la salud de los seres humanos debido a que la resolución de las enfermedades y síndromes requieren para su tratamiento estudios previos y diagnósticos diferenciales.

La automedicación implica el consumo de cualquier tipo de medicamento sin importar su origen ya sea sintético o homeopático. El acto de la automedicación en sí mismo abarca todo aquello que afecte la prescripción hecha por un médico es decir la compra el uso de medicamentos en la casa y la interrupción o prolongación de un tratamiento o el incremento o disminución de las dosis sin consulta previa con los profesionales Y si bien hay organizaciones alrededor del mundo que intentan mostrar la automedicación como el primer paso de la atención primaria en realidad se ha convertido en un problema ya que desde la óptica de lo social es practicado por un alto porcentaje de la población cada día y a veces inclusive con la ayuda de algún profesional de la salud.

El Dr. Alberto Davidovich, Director Médico de Emerger, afirma: “La organización mundial de la salud define a la automedicación como un componente del autocuidado el cual se desarrolla como el propio tratamiento de los signos y síntomas de enfermedades que las personas padecen y ha sido históricamente la forma más utilizada para el mantenimiento de la salud, es así mismo también el cuidado que los individuos hacen de su propia salud y bienestar incluyendo el que hacen los miembros de su familia y otros fuera del ámbito profesional”.

En este aspecto debemos darnos cuenta que al no intervenir un profesional de la salud médico ni en el diagnóstico de la enfermedad ni en la prescripción o supervisión del tratamiento se entra en un terreno riesgoso en el uso de la medicación, para inclusive cuadros como son la hipertensión arterial. De hecho, existen medicamentos que no necesitan receta médica denominados especialidades farmacéuticas publicitarias y aunque un medicamento entre dentro de esta denominación se debe considerar que el tratamiento de solo el síntoma no solo complica el posterior diagnóstico, sino que puede empeorar el cuadro clínico presente. Hay una tendencia al uso de medicación que puede haber quedado en casa de algún estado patológico previo al cual echamos mano por cualquier tipo de síntoma o motivo. Un ejemplo típico de estos casos es el uso de antibióticos sin prescripción médica ante la sospecha de un estado infeccioso, nunca los antibióticos deben ser tomados por propia iniciativa sin la supervisión de un médico.
Los estados infecciosos pueden deberse a virus bacterias parásitos y hongos y debido a que últimamente los gérmenes se han hecho resistentes a los antibióticos el uso de la toma empírica de los mismos lo único que hace es resistir más el estado infeccioso por ejemplo en la tuberculosis, las neumonías ,las infecciones urinarias o las diarreas graves ,asimismo ha aumentado la cantidad de infecciones intrahospitalarias por gérmenes tales como el de la tuberculosis la klebsiella y el acinetobacter., explica el Dr. Alberto Davidovich, Cardiólogo, Emergentólogo y Director Médico de Emerger.
Por otra parte, los antibióticos de ser posible deben ser usados mediante el cultivo del área infectada, por ejemplo, infección urinaria, tienen que ser bacterias sensibles a determinadas formulas antibióticas y deben tener un tiempo de uso que solamente el médico debe prescribir ya que la sola mejoría del cuadro no implica el acortamiento del tiempo de su uso ni la dosis necesaria. Otro ejemplo típico de automedicación que a su vez representa un peligro en el uso indiscriminado en el ser humano es el del corticoide estos medicamentos que imitan los efectos hormonales de las glándulas suprarrenales suprimen los estados inflamatorios en diversas enfermedades como ser artritis asma enfermedades autoinmunes, alergias, etc.
Dentro de los efectos secundarios de los corticoides tenemos el glaucoma, edemas en los miembros inferiores, hipertensión arterial cambios de humor, memoria, confusión hasta estados delirantes, aumento de la grasa corporal y aumento consiguiente del peso e insuficiencia glandular. A largo plazo los efectos secundarios de los corticoides incluyen cataratas, diabetes, infecciones múltiples resistentes por disminución de la inmunidad osteoporosis, fatiga, disminución del apetito debilidad, trastornos de la coagulación y cicatrización y sobre infección a hongos como las cándidas.
Los corticoides tienen como problema fisiológico que no pueden interrumpirse sin orden médica y se debe ir reduciendo la dosis lentamente hasta recuperar la secreción de los mismos en forma natural a través de las glándulas suprarrenales. La automedicación también implica el uso de medicamentos tan diversos como los hipotensores o preparados farmacológicos, dermatológicos, el uso de psicofármacos etc.

Por este motivo y en caso de cualquier patología ,síntomas o duda que tengamos en cuanto al uso de la medicación que a veces se encuentra en nuestro domicilio o ante la duda de necesitar comprar un medicamento de venta libre siempre debemos consultar al médico o al farmacéutico ya que podríamos incurrir en errores diagnósticos de cuadros clínicos que se estuvieran instalando y la automedicación solo estaría ocultando o confundiendo el diagnóstico y por otro lado las dosis , interacciones medicamentosas o uso prolongado puede acarrear cuadros tóxicos con efectos adversos y colaterales impredecibles.

Desde que se utilizan medios electrónicos los usuarios confían en los sitios web y en las redes sociales tanto en los consejos de terceros conocidos o no, y en la información que circula en las mismas sin verificar autenticidad de las fuentes en cuanto a los autores y publicaciones a los que se suman infinidad de terapias alternativas para tratar desde un dolor de cabeza hasta enfermedades tan graves como el cáncer. Evitemos su uso y nunca aconsejemos a otros el uso de medicación ante cualquier cuadro clínico ya que solo el consejo de un profesional puede ayudarnos a solucionar el estado o síntoma que estemos cursando, recordemos que la consulta temprana a nuestro profesional o especialista de confianza acelera el proceso de diagnóstico y conduce al tratamiento adecuado en cada caso.